Un administrador de fincas es responsable de una amplia variedad de gestiones necesarias para mantener una propiedad en óptimas condiciones. Algunas de ellas son:

1. Gestión administrativa: mantenemos un registro actualizado de los propietarios e inquilinos, llevamos a cabo el seguimiento y la gestión de pagos y cuotas de comunidad, y emitimos documentos legales y administrativos.

2. Mantenimiento de la propiedad: aseguramos que la propiedad esté en buen estado de conservación y mantenemos actualizado el plan de mantenimiento. Supervisamos las reparaciones necesarias y coordinamos el trabajo con los proveedores de servicios.

3. Gestión de proveedores: buscamos proveedores confiables para satisfacer las necesidades de la propiedad y establecemos relaciones de trabajo con ellos para obtener mejores precios y servicios.

4. Solución de conflictos: mediamos en las disputas entre los propietarios y/o inquilinos, y tratamos de encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes involucradas.

5. Asesoramiento legal y fiscal: proporcionamos asesoramiento en cuestiones legales y fiscales que afectan a la propiedad y a sus propietarios.

Nuestro objetivo es brindar a nuestros clientes una gestión completa y eficiente de sus propiedades, asegurándonos de que cumplan con todas las regulaciones y estén en condiciones óptimas para su disfrute y rentabilidad.

Realizamos un seguimiento constante y riguroso de los pagos y cuotas de la propiedad para garantizar que todos los propietarios estén al día con sus obligaciones financieras.

Esto incluye la emisión de avisos y recordatorios de pago, el mantenimiento de registros precisos y actualizados de los pagos, y la gestión efectiva de cualquier situación de morosidad o impago. También trabajamos en colaboración con los propietarios para establecer presupuestos y planes de pago que sean justos y realistas para todos.

Nuestro objetivo es asegurarnos de que la comunidad de propietarios funcione sin problemas y en línea con sus objetivos y necesidades financieras.